No es momento de debilidad ni de pasotismo. Recuerda que si estamos en crisis debemos brillar, debemos liderar, no es momento para flojera, ni para dejarse manipular. Ahora es el momento de influir para crear una sociedad mejor. Una sociedad dirigida por un conjunto de valores humanamente humanos.
En una ocasión dispararon a Bob Marley. Eran momentos convulsos, y en su país, en Jamaica, habían dos personas que querían ser presidentes. Marley tenía una visión, esparcir el amor y la paz, no sólo para el racismo también para guerras personales y sociales. Y un día alguien fue a su casa y le disparó, alcanzándole en una pierna.
Le ingresaron en el hospital. Pero al cabo de dos días, se levantó, se vistió y le dijo a familiares y amigos que se iba a un concierto que tenía agendado – le contestaron Bob, estás herido, con dolor, cómo vas a ir a cantar, estás debilitado – A lo que Bob respondió: – Si las fuerzas del mal no se toman un día libre yo tampoco.
Era un chamán, salió delante de miles de personas arriesgando su vida, hizo subir a los dos presidentes, y entre cantos y baile, movimientos hipnóticos, les hizo darse la mano.
Son momentos para abrir los ojos, y no dejar que ganen las malas intenciones de unos pocos.
Piénsalo, todo lo que te robe la libertad, la salud, y la capacidad de expandir tu talento, no interesa. Y hay personas que no quieren eso. Personas que se dedican a exparcir el mal, el miedo, para tomar el control de tu vida, para que dependas de ellos. Y no sólo tener el control económico sino también el control de las libertades humanas.
Recuerda: La influencia es constante
¿Qué significa eso? Que tu diálogo interior afecta a tus sensaciones, sí, y ¿qué más? – piénsalo – ¿Cómo afectas tú al entorno? ¿Cuáles son los valores que dirigen tus acciones? ¿las columnas que aguantan el edificio de tu personalidad, tu carácter, tus pensamientos y emociones? Como dijo una vez Wayne Dier: si estrujamos un limón qué sale? y qué sale si te estrujamos a ti? Los Campeones cuando les pinchan saltan. Qué sale en los momentos de presión tu mediocridad o tu grandeza? Piénsalo. La buena noticia es que puedes recondicionarlo todo, reinventarte, tanto en el nivel de habilidades como de carácter. Analízalo. Si pudieras reprogramarte, instalarte habilidades cuáles te instalarías. La inteligencia artificial lo hará pronto con los robots, hazlo tú antes y pon a esos robots a trabajar para ti.
Piensa, ¿Cómo influyes tú al mundo? ¿Qué está pasando útlimamente?
Son momentos para brillar, para liderar y no para la mediocridad. Como dijo Will Smith, en su película, Soy Leyenda: “No voy a dejar que esto ocurra”. Si quieres tomar el control de tu propio autobús puedes hacerlo, la respuesta está en la autoconciencia, y por lo tanto, en analizar cada pensamiento que tienes, sus consecuencias, cada emoción y sus consecuencias, su utilidad para ti, para tus objetivos y para el mundo de tu alrededor. La influencia es constante. Contigo, tus emociones, las de la persona de al lado y el mundo. La diferencia entre el que llega primero y el que llega segundo es sólo una cuestión de milésimas, si mejoras tus pensamientos, la gestión de tus emociones, eso es lo único que te diferencia a ti de los demás. Si tú controlas eso, a ti mismo, podrás con todo lo demás.
Debes analizar la estructura de tu composición mental y tomar el control de tus emociones. Como dijo una vez un poeta, un meditador.
No serás libre hasta que no te hagas responsable absolútamente de todo en tu vida. Krisnamurti
La Excelencia implica expandir las posibilidades que te brinda tu inteligencia, y la compasión y la intención positiva, frente al egoísmo y a la manipulación, para no sólo expandirte tú y tu creatividad, que eres en esencia, sino también, la de tus clientes, tus alumnos/as, tus hijos/as, tu comunidad.
La Excelencia sirve para crecer y evolucionar, y hacer crecer y evolucionar a las personas con las que te cruces en tu camino.
La Excelencia es un estado que contagia a otros, por eso, no es momento de mediocridad, ni de miedo, es momento de transformación, de evolución, de inteligencia, y de compasión, una emoción y un estado humanamente humano, que nos distingue de largarto, lagartijas y seres humanos pervertidos, egoístas y con malas intenciones.
Como diría Bob, “No te tomes el día libre y menos ahora que las fuerzas de la oscuridad campan a sus anchas”.
Esteban Cuéllar, Palma de Mallorca 9 de Enero de 2021